MEMORIAS DE UNAY
La historia, llamada "Memorias de Unay" va dedicado para aquellos niños indígenas que vivieron su infancia en medio de la selva, desconociendo el mundo exterior, su conviviencia cerca con algún pariente, sin sus padres biológicos, por cualquier situación. Y que, cuando hayan tenido la oportunidad de migrar a la gran metropolis, el "principio propio de sí" haya sido mantener su "identidad cultural" con el paso del tiempo. Siendo personas humildes, trabajadores y sencillos. Que no por éso, se margine o sufran acosos escolares o bullying.
Ademas de, mantener su "idioma" y aprendan a fortelecerse ellos mismos como runas, como indigenas, como protectores de la naturaleza.
Jacki Grefa,autor
PRÓLOGO
"Unay" niña criada a su suerte, se muda a la ciudad. Curiosa del nuevo mundo (ciudad), cambia de perspectiva e idealiza una vida nueva como los awallactas (gente blanca). Esto debido a que su tutor, los inculcaba a "adaptarse" como los que vivían en la urbe, para que los niños runas no sufran bullyng o cualquier otro tipo de acoso escolares en las instituciones educativas que se suponia brindar orientacion. Ésto hacía que de alguna manera Unay se sienta, extraña;como si el estilo de vida fueran suyos, pero no era; y cuando "Unay" iba creciendo, se iba dando cuenta que ella no encajaba como los "awallactas" (gente blanca), se sentia diferente, se expresaba diferente , hasta la manera de alimentarse era diferente, y no sabia, porqué de muchas cosas.A medida que avanzemos en la lectura, veremos cómo "Unay" de siete años, descubre su verdadera identidad, su procedencia, su legitimidad, su relacion con la naturaleza y su conexión con la ciudad. La historia en este texto, refleja todos los sentimientos de la pequeña Unay, durante su convivencia con sus familiares tanto en la gran ciudad como con la familia indigena kichwa, sus primos, tíos, amigos y vecinos dentro de la selva misma. Será posible que encuentre el próposito de vida enconmenda cuando nació? Y qué la hace especial, siendo una niña indigena, cual es la razon de su viaje a la ciudad?
Jacki Grefa, author
MEMORIAS DE UNAY
CAPITULO I - KALLARY (EL ORIGEN)
Hace mucho tiempo, en el interior de la selva ecuatoriana, en un pequeño poblado de habitantes kichwa denominado, San Pablo. Vivía una niña, llamada Unay, una pequeña que gustaba mucho conectarse con la naturaleza, mirar las estrellas y la luna mientras otros dormían , escuchar detenidamente los susurros del viento junto a los cánticos de miles de insectos en el claro bosque, bajo la luz de Killa (luna).
Ella convivía junto a su madre, quien se encargaba en cierto sentido de la educación y protección. La madre era una mujer trabajadora, correcta, humilde y con una virtud implacable. Ella mujer solitaria, de gran carácter, vivía junto a sus otros hijos e hijas, en la más remota jungla. Su esposo ya no vivía junto a ella, pues se había adelantado, hacia un lugar celestial donde ya no había tristeza.
Aún así la madre de Unay, con su perseverante lucha , seguía su camino, la vida en el campo no es nada fácil pero se trabajaba para obtener frutos de las cosechas que se realizaban de los sembrios que se tenia. La familia, poseía grandes extensiones de terrenos, donde una parte, los conservaba como bosques primarios. Un lugar idóneo para descansar, bajo las sombras de los árboles. La otra parte del territorio, se usaban para las plantaciones de café, plantaciones de verde, maíz, y cacao. Una época donde la tierra era mas fértil.
Jacinta se llamaba la madre de la en sus tierras , abundaban plantas frutales silvestres en cantidades, donde muchos de los niños gozaban de estas bendiciones, juntando en canastos, y llenas de risas comían de lo que la naturaleza les brindaba en ese entonces , un sin número de animales silvestres, como las guantas, guatusas, armadillos, capibaras y otros se nutrian de estas frutas que estaban de temporadas. Así se vivía en armonía entre la naturaleza.
La Niña vivía rodeada de entornos verdes, entonces filosofaba inspirandose en la naturaleza con pasión hasta comprender que era lo que hacía especial, el lugar donde ella vivía. Al caer la tarde toda la familia se reunía , junto al fogón para conversar de lo que habían hecho durante el día, y narrar historias inimaginables. Mientras el fuego se encendía y se cesaba , en un ambiente silencioso en las afueras de la casa, la noche hacia su magia, a través de las sinfonías de millones de animales nocturnos, el humo del fogón se extendía por toda la sala y subía hasta el cielo, hasta desaparecer en la oscuridad. Mientras la familia runa, ponía a hervir la “guayusa” en una olla de barro, hechos por ellos mismos, la bebida energética que los pueblos y nacionalidades consumen para revitalizar su espíritu.
A Unay, hija de la pachamama, le gustaba mucho aprender sobre la supervivencia en la selva; así como, sus tíos lo hacían, cuando salían de cacería, hacía el corazón de la selva pristina y pasaban horas y horas, antes de llegar a casa con carne para la semana, durante la noche en las copas de los árboles, brillaban centenares de pequeñas luces, y para Unay, el nexo que hacia era realmente mágico.
La señora Jacinta era indígena kichwa , vivia junto con sus hijos y nietos, su casa una mansión a los ojos de quienes vivían allí, construida de pampil o chonta, de mas o menos un metro cincuenta de altura de base desde el suelo, piso del mejor pampil, chonta duro, paredes de igual construcción, techo tejido de "shapaja"( una de las palmeras que esta en peligro de desaparecer actualmente).
Tenían dos chozas de piso, uno para cocina y uno para visita y hospedaje, realmente una casa amplia, un lujo vivir asi.
Las chozas, estaban junto a un rio llamado "manduro Yaku", alrededor, un patio amplio para salir a jugar, corretear tras las gallinas, como si fuese un animal tras la presa, una manera de divertirse a gusto, ella era solo una niña feliz, a su alrededor solo era selva, selva y selva. Una niña que no tenia idea, de que exisitía otro mundo diferente al de la selva. Unay, niña, tímida, introvertida, analitica y curiosa, sobre todo de lo que habia en su alrededor, de pensamientos profundos con sentido de razón, siempre tenía una pregunta en su cabeza. Por qué? Para qué?
La señora Jacinta, junto a sus hijas salían a la chakra y le enseñaban entonces las épocas correctas del año, para sembrar maiz, plátano, frutas y vegetales que consumen los indígenas en el interior de la selva, Unay aprendia de todo lo que veia hacer en las chacras, disfrutaba caminar hacia donde estaban los sembrios, se sentaba en un pequeño tronco, a mirar como sacaban la yuca, y luego ponian hojas de plátano en el suelo para proceder a pelar, asi que ella tambien los ayudaba y como todos llevaban sus ashangas (Cestos o canastos de carga) cargaban e iban al atardecer a la casa, mientras caminaban debian cruzar un pequeño rio, y si era posible lo lavaban en el se río y seguían su camino. Y pero, mientras caminaban , una risa entre ellas , una alegría emanaba en el Ambiente, mientras la pequeña detrás de ella, las seguía a pasos cortos, con su pequeño canasto , también se unía a las grandes carcajadas. Una experiencia realmente única en ese entonces.
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FAMILIA
Al anochecer en la choza, esperaban otros parientes, prendida el fogon con ollas grandes para cocinar y hacer la bebida ancestral "la chicha".
Cada vez que tenia visita, se hacia chicha, de yuca y de chonta si era la temporada, o chicha llamado "Guarapo", de maduro "pukushka" bien cocinado, y es que a la casa, llegaban, familias con sus hijos, primos y doña Jacinta tenia muchos familiares, y debian sentirse comodos al visitarla.
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uno de sus hijos, llamado "Atik" salia cada noche de caceria, y llegaba a la madrugada, trayendo Guangana, venado, lumukucha, guatusa, aves como pava de monte, kushillo, tuta monos, entre otros. A la madrugada las mujeres esperaban, con el fogon aun prendido, a preparar la carne, mientras el cazador Atik como su nombre dice llegaba vencedor a casa, trayendo carne para la familia, contando su anecdota, junto al fuego mientras Doña Jacinta lo escucha y brinda guayusa, la mujer de Atik, prepara la carne, una vez lista, lleva al animal hacia rio, y junto a ella lo acompañan sus hijos y Unay, para ayudarla a cortar por pedazos.
Unay, tan contenta esta, que mientras su tia Pukara (fortaleza), lava los chunchullis, aprovechaba observando a los challwas y a lluchunas (camaron de agua dulce).
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Doña Jacinta, le decía Unay aveces, pero a ella no le gustaba mucho su nombre. Jacinta tenía grandes parcelas de sembrios de Cacao, maiz, plátanos, café, que cada fin de semana se perdía, llevando sacos de café, maíz, con alguno de sus parientes, si el rio coca estaba navegable, viajaban en canoa. Y sino era posible, habia un camino infinito que no se sabia donde llegaba o llevaba.
A LA ESPERA
Unay aveces se quedaba sola en casa, esperando a volvieran de ese mundo, ella vivia en un mundo de fantasias, escuchando cantares de muchas aves e insectos del anochecer.
Tenia mucha imaginacion en ese entonces, ay! Unay eres una estrella, se decia ella misma.
Hasta caer la noche esperaba a su madre, sentada en las gradas, mirando hacia el camino, mientras el ambiente ya oscurecia. Mientras eso pasaba, Unay iba a al fogon a prender fuego para con un poco de calor prender las velas, asi no esperar en la ocuridad. y cuando de pronto, escuchaba murmullos, era, su madre con sus tias, llegando a casa, que felicidad tan insesante tenia ella!,
y es que cada vez que salian al mundo misterioso, traigan cosas muy especiales y deliciosas, algo que su paladar nunca habia probado.
y................ :)
CAPITULO II - PITAKANGUI (QUIEN ERES?)
CAPITULO III- PAKARINA ( EL AMANECER)
CAPITLO IV - LLACTAUKYBI (EN LA CIUDAD)
Continuará.......
gracias por leer, dejen sus comentarios me esmero en narrar adecuadamente
aun falta modificar y editar bien :)
La presente historia que se redacta en este blog, es propia y esta bajo derechos del autor @jackigff 2021.
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